Las Industrias Básicas de Guayana
son recuperables
Todas las Industrias Básicas de
Guayana están en paro técnico o con mínimos de producción
La producción de alúmina por
parte de CVG Bauxilum en 2018 fue de cero toneladas
Inversión, cambio de modelo y
reivindicación de la misión y la visión de las empresas, pilares para la
recuperación
Un estado, tres sectores clave, 21 empresas agrupadas bajo un
conglomerado llamado Corporación Venezolana de Guayana (CVG)… Estas forman las
llamadas Industrias Básicas de Guayana. En palabras de Damian Prat,
locutor, articulista y estudioso del sector industrial en el estado Bolívar, el
término “básicas” se debe a que estas industrias representan la base de la
cadena industrial de Venezuela, ya que los productos terminados que de estas
compañías se derivan sirven de materia prima para otras empresas a lo largo y
ancho del país. De allí su importancia estratégica.
Es por ello que el segundo trabajo de la serie “Venezuela 2020 – El país
que viene” se enfoca en la recuperación de las Industrias Básicas de
Guayana. Luego de plantearnos en el trabajo anterior cómo recuperar la
industria petrolera, consideramos que el siguiente paso es analizar este grupo
de empresas ubicadas en Ciudad Guayana, y que marcan la dinámica de buena parte
del estado Bolívar, el más grande en cuanto a extensión del país.
Corporación Venezolana de Guayana
La
Corporación Venezolana de Guayana, mejor conocida como la CVG, es un ente que
agrupa a un conjunto de empresas ubicadas en Ciudad Guayana. Fue fundada el 29
de diciembre de 1960 con miras a crear una sinergia entre las actividades
económicas del sector público y privado de la región. Actualmente es presidida
por el abogado y político Pedro Maldonado. Sin embargo, Juan Guaidó designó a
finales del pasado mes de septiembre una junta administradora ad hoc de la CVG,
nombrando como su presidente al ciudadano Enrique Manuel Cardelis Inciarte.
En la
actualidad, 21 empresas forman parte de la CVG. Por el sector aluminio se
encuentran CVG Venalum, CVG Carbonorca, CVG Cabelum, CVG Bauxilum, CVG Alcasa,
CVG Alucasa, CVG Alunasa y CVG Rialca. El sector hierro-acero está
representado por las industrias Sidor, CVG Ferrominera, Briqven, Comsigua,
Briquetera del Caroní, Briquetera del Orinoco y Refractario. Las empresas
enfocadas a servicios son Ferrocasa, Internacional, Conacal,
Fundeporte, Tecmin y Sociedad de Garantías Recíprocas, según se recoge en
el sitio web oficial de la CVG. Maderas del Orinoco (antiguamente
Proforca) también se considera parte de las empresas básicas como parte del
sector forestal.
Empresas como CVG Bauxilum se encargan de explotar los yacimientos de bauxita y
transformarlos en alúmina. Estos constituyen la materia prima fundamental para
obtener aluminio primario. La venta de estos minerales se dirige en su mayoría
al mercado nacional, abasteciendo a CVG Alcasa y CVG Venalum, principales
productoras de aluminio, así como cilindros y productos laminados de este
metal. Otras compañías que se dedican a producir laminados de aluminio
son CVG Alunasa y CVG Alucasa.
Los procesos de Sidor (una de las más grandes e importantes de este
conglomerado de empresas) inician con la fabricación de pellas y culminan con
la entrega de productos tales como barras, alambrón y láminas de diversos
tipos, entre otros.
Por su parte, CVG Ferrominera Orinoco C.A. tiene como responsabilidad la
explotación del hierro y sus derivados, para luego comercializar finos y
gruesos de hierro, además de pellas para altos hornos y reducción directa.
Ferrominera surge como resultado de la nacionalización de las empresas Orinoco
Mining Company y Iron Mines Company of Venezuela, subsidiarias de la U.S. Steel
y la Bethlehem Steel Company, respectivamente.
Las industrias briqueteras, también conocidas como productoras de hierro
briquetado o de briqueta de hierro son: Briqven, Comsigua, Briquetera del
Caroní y Briquetera del Orinoco. Estas empresas se dedican a trasformar el
hierro en productos de mayor valor agregado, como son las briquetas, obteniendo
así un importante rédito.
Actualidad de las Industrias
Básicas de Guayana en números
Todas y cada una de las Industrias Básicas de Guayana están
técnicamente cerradas, o en el mejor de los casos, con niveles de producción
históricamente mínimos. Vamos a dar ejemplos de las más representativas.
CVG Alcasa ha venido mostrando un declive importante en los últimos años.
Para 2007, esta empresa producía 180 mil toneladas de aluminio primario.
Luego de la orden del entonces presidente Hugo Chávez a finales de 2009 de
clausurar y desmantelar las Líneas I y II debido a la crisis energética que
atravesaba el país, la reducción de la producción se acentuó al punto tal
que la producción del año pasado fue de apenas 4 mil 500 toneladas, una
disminución de 97,5 %.
La otra gran empresa productora de aluminio primario, CVG Venalum,
producía en el año 2006 441 mil toneladas del mineral. En 2018, 60 mil 200
toneladas. En 12 años se perdió 86,34 % de la producción.
Sidor, la gigante del acero venezolano, con una capacidad instalada
para producir 5,1 millones de toneladas al año de este metal y
nacionalizada el 12 de mayo de 2018, produjo en 2007 4,3 millones de
toneladas de acero. 11 años más tarde, apenas 50 toneladas. Podemos hablar de
una paralización casi total, con 99,99 % de disminución.
El caso de CVG Ferrominera, otro de los grandes emblemas del grupo de
Industrias Básicas de Guayana, también es digno de destacar. De producir 22,5
millones de toneladas de mineral de hierro en 2006, año de reelección de Hugo
Chávez sobre Manuel Rosales, pasó a 3 millones el año pasado, 86,6 % menos.
Sin embargo,
una la más dramáticas reducciones la tiene CVG Bauxilum, al pasar de una
producción de 1 millón 904 mil toneladas de alúmina en 2005 a CERO en 2018,
debido a que esta planta estuvo cerrada, obsoleta y prácticamente desmantelada
el año pasado. Esta reducción de 100 % provocó que empresas como CVG Venalum y
CVG Alcasa tuvieran que traer la alúmina importada en 18 buques por un monto de
más de 120 millones de dólares, según reseña The Watcher Venezuela.
Básicas de Guayana
Un pequeño ejemplo
de la conexión entre estas empresas básicas es el siguiente: Sin bauxita, no se
puede obtener alúmina, que es la materia prima que necesitan CVG Venalum y CVG
Alcasa para producir el aluminio primario. El detalle radica en que la empresa
encargada de transformar la bauxita en alúmina es CVG Bauxilum. Por lo tanto,
esa cadena de producción se encuentra rota en la actualidad.
Un pequeño
ejemplo de la conexión entre estas empresas básicas es el siguiente: Sin
bauxita, no se puede obtener alúmina, que es la materia prima que necesitan CVG
Venalum y CVG Alcasa para producir el aluminio primario. El detalle radica en
que la empresa encargada de transformar la bauxita en alúmina es CVG Bauxilum.
Por lo tanto, esa cadena de producción se encuentra rota en la actualidad.
Recuperación de las Industrias
Básicas de Guayana
Cecilio
Pineda es secretario de organización del Sindicato Único Nacional de Empleados
Públicos de la CVG (SUNEP-CVG). Es coordinador de proyectos industriales de la
CVG y miembro principal de una agrupación llamada Intersectorial de
Trabajadores de Guayana, conformada por dirigentes sindicales de todas las
empresas.
En opinión de Pineda, que conoce desde adentro el mundo de
las Industrias Básicas de Guayana, recuperar empresas de la envergadura de
Sidor, Venalum o Alcasa requiere de una gran inversión. No obstante, para poder
contar con dicha inversión primero se le debe brindar seguridad jurídica a los
inversionistas. “Estamos hablando de unas empresas básicas de gran tamaño.
Primero debe haber una seguridad jurídica para los inversionistas. Tenemos que
ir con asociaciones estratégicas con el sector privado, el sector extranjero.
Mucha gente quiere invertir en las empresas, en el sector hierro, en el sector
acero, en el sector aluminio, pero con esta incertidumbre política y jurídica
no va a venir nadie”, expresó.
En la misma tónica, la periodista Pableysa Ostos –quien hace vida
en el estado Bolívar- argumenta: “Se necesita de una buena inversión en equipos
y materiales, remunerar a tu personal como es debido, contar con un buen HCM…
Además, se requiere de una buena gerencia”.
Al tratarse de 21 empresas estratégicas, nos preguntamos si alguna
industria o sector debería tener alguna prioridad. Pineda lo tiene claro. ”La
prioridad de las empresas acá en Guayana tiene que ser el sector eléctrico.
Tenemos que recuperar (las represas) Macagua y Guri. Primero Guri, porque es el
que garantiza al menos 70 % de la electricidad al país. Y Macagua, que es la
que genera los kilovatios que necesitan tanto Sidor como Venalum, y todas
aquellas necesitan de kilovatios para prender sus hornos. No podemos intentar
encender un horno de Sidor o Venalum sin garantizar que Guri esté al
menos 80 % operativa. Sin él, no podemos hablar de recuperación de ninguna
otra empresa, indicó.
Tamaño de la inversión requerida
En este punto ocurre algo bastante curioso. Todos tienen claro que
se requieren grandes cantidades de dinero para acometer la recuperación de
las Industrias Básicas de Guayana, pero nadie se atreve a dar una cifra
debido al número de empresas y la complejidad institucional –así como la
actualidad- de cada una. “Es cuantificable, pero no sabría decir cuánto. Eso
sí, el número es bastante elevado”, expresa la comunicadora social Ostos.
“Se ha hecho un trabajo de revisión con los pocos técnicos que aún quedan
en las empresas. No es fácil de cuantificar, dado que quienes administran las
empresas son afectas al gobierno y no sueltan datos. En el caso de Venalum,
recuperar una celda apagada requiere de unos 400 millones de bolívares y,
cuando lo multiplicamos por las más de 900, eso sería más o menos el tamaño de
la inversión solo para Venalum”, opina Pineda.
“Por otro lado, recuperar una planta como Venalum, con la tecnología
obsoleta que tiene, habría que evaluar si se eliminan esas líneas viejas y sale
mejor ir al mercado internacional a invertir en nuevas tecnologías. Igual en
Sidor”, añadió.
Tiempo para recuperar las
Industrias Básicas de Guayana
Ostos argumenta que recuperar las Industrias Básicas de
Guayana requerirá de mucho tiempo. “Puede tomar años porque ha sido mucho
el tiempo de omisión, de descuido, de malversación de fondos, de una gran
corrupción en todas las empresas”.
Para el dirigente sindical Pineda, se debe realizar una evaluación
particular de cada empresa a la hora de establecer tiempos de recuperación. Ya
hay técnicos dentro del Plan País propuesto por el equipo de Juan Guaidó
trabajando en ello. “La idea es que se ponga operativa una planta rápidamente,
dependiendo del sector. Tratar de que en seis meses a un año se active alguna
producción pequeña. El problema es que el desastre es tan grande que se habla
de hasta cinco años para recuperar en las mejores condiciones, contando con la
inversión necesaria, una empresa de aluminio, por ejemplo”, sostuvo.
Igual ocurre en el caso de Sidor. Allí hay plantas que se pueden
recuperar rápidamente, pero faltaría el acero para poder producir cabillas,
planchones y láminas. Por lo tanto, el tiempo de recuperación se proyecta casi
siempre a un año para empezar a operar.
Otro ejemplo es el de Carbonorca, que es la empresa productora de
ánodos de carbón. Los técnicos estiman que en seis meses se puede estar
produciendo carbón para la exportación. De esta manera poder generar divisas
mientras se recuperan empresas como CVG Venalum y CVG Alcasa.
El caso de Ferrominera, que es la compañía que trae del Cerro Bolívar el
hierro hasta Puerto Ordaz, es más complejo. “Primero se debe realizar una
adecuación de las vías férreas y arreglar las locomotoras, para así mejorar la
logística de traslado del mineral. (Se tiene que) invertir en maquinarias en el
Cerro Bolívar para poder extraer de mejor forma la mina y llevarla hasta Puerto
Ordaz. Luego hay que ver la planta de pellas, toda la transformación que le
hacen al hierro. También se habla de un año, mínimo, para empezar, no para
producir al 100 %. Hablamos de un 10 o un 20 %”, indicó.
“La
idea es que las empresas primero se activen paulatinamente y que esa generación
de ingresos permita a los trabajadores tener sueldos dignos, ir mejorando en la
medida de lo posible las condiciones colectivas que se tenían antes cuando las
empresas eran rentables y productivas. Todo esto se contempla en el Plan País”,
complementó el secretario general de SUNEP-CVG.
En palabras de Pineda, las empresas deben priorizar la misión y la visión
de las mismas para poder salir a flote nuevamente. “De acuerdo con un equipo de
trabajo de todas las empresas, las Industrias Básicas de Guayana son
recuperables, pero primero debe ocurrir un cambio de modelo político y
económico en el país. Con el modelo actual, donde la prioridad en muchos casos
es la razón social y se pierde de vista la misión y visión que tiene cada
empresa, no vamos a tener éxito”, finalizó.
Gobierno readscribe a la CVG 28
empresas básicas de Guayana
El
gobierno del presidente Nicolás Maduro pasó de nuevo a manos de la Corporación
Venezolana de Guayana (CVG) las empresas básicas de esa región del país, luego
de que desde noviembre de 2017 estuvieran bajo control de la Vicepresidencia
Ejecutiva.
La Gaceta Oficial
N° 41.446 contiene el decreto presidencial N° 3.549 donde se detallan
las 28 empresas que pasarán a ser controladas por la CVG, que está adscrita al
Ministerio de Industria y Producción, despacho que dirige Tareck El Aissami.
De esta manera a partir del 25 de
julio, fecha del decreto, el funcionario cuenta con «las más amplias facultades
de reorganización, gestión y administración de la Corporación Venezolana
de Guayana (CVG).
La
CVG estaba adscrita desde noviembre de 2017 a la Vicepresidencia Ejecutiva, en
ese entonces a cargo de El Aissami. Ahora, con el decreto de Maduro que otorga
poderes especiales para su reestructuración, el funcionario agrega empresas a
la CVG sobre la cual ya ejerce el control administrativo. Al frente de
este conglomerado se nombró a Pedro Maldonado, quien también ejerce
Como viceministro de Industrias
Básicas.
Pedro Maldonado,
viceministro de Industrias Básicas, fue designado como presidente de la
Corporación Venezolana de Guayana, conglomerado estatal que agrupa a las
empresas de hierro, acero, aluminio y otros en el sur del país. El nombramiento
fue publicado en la Gaceta Oficial N° 41.434.
Maldonado viene de
desempeñarse desde mayo de 2017 como director del Banco Central de Venezuela
(BCV) donde presidía el Comité de Subastas de Divisas. Antes fue director
general de Conatel entre 2010 hasta 2014 y trabajó con El Aissami en el
Ministerio de Interior y Justicia, donde fue director general de
Derechos Humanos (2007-2009) y luego estuvo al frente del Servicio Autónomo de
Registros y Notarías (Saren).
Con esta designación se sustituye
a Justo Noguera, gobernador de Bolívar, quien ejercía la presidencia de la CVG
desde 2014, aunque fue brevemente relevado entre septiembre y octubre de 2017.
El
presidente Nicolás Maduro anunció la semana pasada la reestructuración de
las empresas de Guayana y encargó de ello al vicepresidente de Economía
Tareck El Aissami, quien contará con amplios poderes para ejecutar cambios,
según lo previsto en decreto denominado «Régimen especial y transitorio
para la gestión operativa y administrativa de la industria nacional
del hierro, acero y aluminio», también publicado en la Gaceta Oficial N°
41.434.
“Un decreto que
tiene la fuerza presidencial que he estudiado muy bien para darle todo el poder
al compañero Tareck El Aissami como ministro de Industria y Producción Nacional
y vicepresidente de Economía para realizar todos los pasos tendentes a
reestructurar, simplificar los sistemas de trabajo de producción de todas las
empresas básicas de Guayana”, dijo Maduro.
Los datos
oficiales sobre la producción de las empresas básicas no se conocen desde 2015,
debido a que el gobierno no difunde las memorias y cuentas de los ministerios.
Sin embargo, una investigación de Transparencia Venezuela señal que, por
ejemplo, la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) reportaba pérdidas por Bs 9.000
millones en 2016, debido a lo elevado de sus pasivos y una abrupta caída de la
producción.
El balance
de improductividad y ruina del primer semestre de 2018, en las industrias
básicas de Guayana, es aún peor que el del cierre de 2017 que ya era récord de
todo lo malo. La producción de alúmina en Bauxilum y la de acero en
Sidetur es CERO, mientras Sidor y Alcasa apenas llegan a 2%
El resultado final de 2017 en las
industrias de Guayana fue terrible, una increíble ruina (ver: La
“revolución” causó en 2017 el peor año de las empresas básicas de Guayana).
Algo que parecía el fondo de todo, el “no-va-más”, tras varios años de
sistemática y progresiva destrucción desde las políticas económicas del
Gobierno, de concepto de gestión estatista salvaje y ultra centralista. Por la
enorme corrupción roja, el abandono irresponsable de las inversiones y el
mantenimiento de equipos e instalaciones, más la desastrosa alta gerencia de ministros
y directivos de empresas, muchos de ellos sin calificación técnica para el
cargo.
Sin embargo,
la robo-lución “logró” lo que parecía imposible: el primer semestre de
2018 termina con resultados aún peores, más destructivos y ruinosos. Un
desastre inimaginable.
Y, claro,
repitiendo el cuento chimbo dictado y anunciado en 2012, 2013, 2015, 2016 y
2017, desde Miraflores y su séptimo ministro del área anuncian “un plan de
recuperación” de las industrias estatales: mismo “plan” que ellos aseguraron
en cada uno de esos años sin que luego se hiciera nada.
Las industrias que “producen”
CERO
Por insólito
que resulte, hay algunas empresas que muestran CERO producción en todo el
semestre, es decir, ni una tonelada de lo que ellas debían producir y que por
años o décadas produjeron.
Peor que los
desastrosos resultados de 2017 aunque parezca imposible de “lograr”.
Bauxilum planta cumplió 9 meses
sin producir nada de alúmina. Nueve meses totalmente paralizada. Lo
leyeron bien. La robo-lución la llevó a cero.
Sidetur Planta Casima (hoy CSN)
cumplió el pasado viernes 29 de junio…¡un año! totalmente
paralizada. Cero producción de acero en palanquillas que es lo
suyo. Como se lee. Un año completo en parálisis total.
El aluminio en ruinas
El
primer caso es el de Bauxilum Planta (antigua Interalúmina) que es el segundo
eslabón en la cadena industrial del aluminio.
Esta planta,
ubicada en la zona industrial Matanzas en Puerto Ordaz, produjo por casi tres
décadas el tope de su capacidad instalada e incluso varias veces batiendo
récords. Siempre fue estatal. Siempre.
En sus primeros años
tenía capacidad para un millón de toneladas de alúmina y siempre cumplía.
Incluso en al menos tres ocasiones pasó del millón 100 mil
por año.
Al culminarse su
ampliación, a finales de los 80, siempre producía rozando los dos millones de
toneladas/año de alúmina, producto que es la base para que luego Venalum y
Alcasa (también estatales) produjeran 630 mil toneladas/año de aluminio Tope de
su capacidad instalada en conjunto.
Y a partir de
ellas, poco más de la mitad de esa producción era aluminio para exportación e
ingreso importante de divisas para el país, haciéndonos menos dependientes del
rentismo petrolero.
Mas importante era que
cerca de la mitad de ese aluminio era vendido a mas de 60 empresas
transformadoras en toda Venezuela.
Una cadena
industrial de valor agregado que a su vez alimentaba a otras docenas o cerca de
un centenar de empresas que con productos finales de aluminio producían
incontables bienes y algunos cientos de miles de empleos productivos.
La industria de la
construcción, de los envasados, automotriz, de electrodomésticos, de
conductores eléctricos y un largo etcétera tenían su base en Bauxilum (Mina y Planta)
y en Venalum y Alcasa. Por eso a las industrias de Guayana se las
llama comúnmente “empresas básicas”.
Eso nos hacía más
soberanos e independientes. Con más patria. Todo eso ha sido
sometido a la sistemática destrucción de la robo-lución. Nunca
hemos tenido menos patria que hoy, en estos tiempos del supuesto “plan de la
patria”. Retrocedimos al menos 50 años. Pérez Jiménez se quedó corto.
En 2017, Bauxilum
planta produjo una miserable cifra de 212 mil toneladas de
alúmina. Cerca de 12% de su capacidad habitual. En 2018,
cumplida la mitad del año, la producción es CERO.
Es importante
explicar que la caída ha sido sostenida durante al menos una década. Es la
“obra” robo-lucionaria de todo el gobierno Chávez-Maduro.
Ya en 2012 la
producción cayó a 800 mil toneladas desde el millón 900 mil de inicios de los
años 2000.
En 2015 fue la
mitad de aquella “menos-que-mitad”. Se produjeron tan solo 460 mil
toneladas.
En 2016 fueron 300
mil y, como ya queda dicho, en 2017 bajó más hasta 212 mil.
Ahora es cero en el
primer semestre de este 2018.
Y más allá del “bla
bla” de ministros y enchufados, no hay ningún movimiento serio de inversión
para recuperarla. Ni siquiera para poner a funcionar al menos una
línea de producción y al menos disponer de 200 mil o 300 mil toneladas en lo
que resta de año.
Motores y grúas
dañados sin repuestos, cero soda cáustica en almacén, los malandros y
“garimpeiros” que hacen de las suyas, se han robado cables, equipos de aire
acondicionado, bombas de agua, etc.
No hay casi buses
para el transporte de personal. El ausentismo forzado supera el
80%. No hay ambulancias, equipos médicos ni implementos de seguridad
para la dura labor industrial. No hay servicio de comedor industrial.
La “caja” de la
empresa se hace con la venta de supuesta chatarra.
Eso
sí, el régimen ha importado desde “el imperio” (la coba del
“bloqueo”) y también desde Brasil y Jamaica unas 80 mil toneladas de alúmina en
estos seis meses. Pagando no menos de 50 millones de dólares que
habrían servido para recuperar alguna capacidad de producción.
Los trabajadores
denuncian que detrás de esa importación hay “guiso” y que se paga con el escaso
aluminio que aún produce Venalum. Negocio redondo entre enchufados y jerarcas
rojos.
Bauxita: en seis meses
lo que se producía en 3 días
La
base de toda la cadena industrial del aluminio es la extracción y procesamiento
de bauxita que se hace en el cerro Los Pijiguaos, cerca de Caicara del Orinoco,
400 km Orinoco arriba hacia el oeste.
Esa bauxita, extraída por la
estatal (siempre fue estatal) CVG Bauxilum (Mina que originalmente se llamaba
Bauxiven) se transporta hacia Bauxilum Planta en Puerto Ordaz por medio de
enormes “trenes” de gabarras aprovechando el período de aguas altas del
Orinoco, entre mayo y diciembre. Unas 50 mil toneladas en cada viaje.
La
producción de bauxita era de entre 5 millones 500 mil y 5 millones 900 mil
toneladas por año. Hasta que llegó la robo-lución destructora. Entre
enero y junio de este 2018, se “produjeron” en Pijiguaos, 51.383 toneladas. Esa
cantidad en seis meses. Eso confiesa el reporte oficial de producción que
me entrega un grupo de trabajadores dolidos.
La cuenta es
sencilla. Eso es lo que Bauxilum producía en… ¡tres días! (quizás
tres días y medio) en promedio antes de la destrucción
roji-oliva. Y, pese a que ya hay inundaciones por las copiosas lluvias
(por ejemplo en Puerto Carreño, Colombia), no se ha hecho ni el primer viaje
del año con gabarras y los remolcadores por el Orinoco.
Es que
las embarcaciones y sistemas de grúas están “en el suelo”. Las deudas del
Gobierno con la transportista son enormes y acumuladas. Ahora, ¿por qué se
produce tan poquito?.
La
llamada “correa de bajada”, es decir la enorme cinta transportadora que lleva
la bauxita desde el cerro hasta los patios cerca del Puerto El Jobal, se rompió
por segunda vez y la tratan de reparar sin equipos ni repuestos, con escaso
personal que incluso trabaja sin las normales y mínimas condiciones de
seguridad industrial.
Cosas del
“gobierno obrerista”. Pero es mucho más que eso. No hay buses para el
transporte de personal. No hay comedores industriales ni
ambulancias. No hay ni una sola pala gigante activa. Todas
convertidas en chatarra.
Los grandes
camiones roqueros CAT (que cargan más de cien toneladas) están igualmente en un
“cementerio” de equipos que han sido “deshuesados”. Oxidados y sin repuestos,
tras años sin mantenimiento.Y unos camiones de muy dudosa calidad, parte de
aquellos “convenios revolucionarios” de Chávez con el autócrata Lukashenko de
Bielorusia no duraban ni un año trabajando y ahora “medio parapetean” dos de
ellos con las piezas de los otros.
Solo se
trabaja con un cargador frontal. Por todo eso y el haber salido de los técnicos
conocedores para colocar enchufados roji-olívos, es la causa de ese desastre
que le hace mucho daño a la soberanía económica de la patria.
Reciclando cuentos y ministros
Al
momento en que el lector revise este balance, el régimen podría haber hecho
unos “anuncios” de cambios en las presidencias y directivas de las
empresas. O estará por hacer tales anuncios, según las versiones de
grupos internos en pugna.
También anunciarán el séptimo u
octavo “plan de recuperación productiva”. Todos los anteriores fueron solamente
un bluff para renovar expectativas sin ninguna acción verdadera de
consecuencia.
A lo sumo
hubo algunas “inversiones” tipo “Fondo chino” que no terminaron en nada más que
el negocio y las comisiones.
En los últimos 8
años, los de Chávez-Maduro, tras la ola estatizadora y de “control
robo-lucionario” de las empresas, van 7 ministros de industrias: el
Chino Khan, Ricardo Menéndez, el general Barrientos, José David Cabello, Pérez
Abad, Juan Arias y ahora El Aissami.
Igual
se suman presidentes de CVG como Rodolfo Sanz, el general Carlos Osorio, el
general Calles, el general Gil Barrios y el general Noguera Pietri, éstos
últimos en simultáneo, presidentes de Sidor.
Cada gestión ha
sido peor que la anterior. Todos han anunciado planes de recuperación,
inversiones y aumentos de producción. Todos han terminado por registrar
balances peores.
Este pasado fin de
semana hubo reuniones de grupos psuvistas, tanto sindicales, como militares en
una disputa interna, con algunos capítulos muy feos de acusaciones de traición
en los grupos y las cadenas de wasap.
¿Qué grupos
internos ganarán o habrán ganado ya el control de esos cascarones vacíos, que,
sin embargo, se prestan para negocios, guisos y contratos?. Veremos.
Sidetur, Sidor, Venalum, Alcasa,
Carbonorca, FMO, Briqueteras, Minerven
Ya les
mencionamos que Sidetur acaba de celebrar un terrible “cumpleaños” de 365 días
sin producir ni una gota de acero. Tamaña irresponsabilidad contra
Venezuela no es única. Les vamos a relatar detalles y consecuencias.
Cada uno de los
casos de las empresas del sector ferrosiderúrgico o del sector aluminio son
parecidos. Sidor ha producido menos de 2% en lo que va de año. En otras
palabras, 98% de destrucción. Alcasa está con apenas 6% de sus celdas de
reducción activas, pero “raspando la olla” de alúmina vieja. Venalum
apenas tiene 135 celdas, el 15% de su capacidad.
Ferrominera cerró
el semestre produciendo menos de la mitad de hierro que en el mismo período del
año 2017 en el que ya produjo un 33% de lo que era su actividad
habitual. Es decir, la mitad de un tercio. Y así.
Los
vamos a analizar en un segundo reportaje a publicarse esta misma semana. Es
para llorar, pero hay que hacerlo. Necesario para saber la urgencia de
seguir luchando. El daño no es solo a Guayana Es un daño
terrible a toda Venezuela. Nunca tuvimos menos patria
OBJETIVOS DE LA CVG
- Estudiar e
inventariar los recursos de la Zona de Desarrollo de Guayana y de aquéllos
situados fuera de ella, cuando las características de los programas de
desarrollo lo requieran.
- Planificar,
desarrollar, organizar, coordinar, controlar y evaluar el aprovechamiento
racional de los recursos de la Zona de Desarrollo de Guayana, con miras a su
desarrollo integral, conforme a las directrices del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación y de los planes de ordenación del territorio.
- Programar,
coordinar y ejecutar el desarrollo industrial de la Zona a cargo del sector
público.
- Promover el
desarrollo industrial del sector privado, conforme a la programación que se
siga para el sector público.
- Promover
en la Zona el desarrollo equilibrado, en lo territorial, ambiental, económico,
social, cultural, deportivo, turístico, recreacional y en los demás ámbitos que
le encomiende el Ejecutivo Nacional, conforme a los lineamientos del Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación, con base en los principios
constitucionales de integridad territorial, cooperación, solidaridad,
concurrencia, corresponsabilidad y participación. A estos efectos, los demás
organismos públicos nacionales, estatales y municipales con competencia en el
área coordinarán con la Corporación, las actividades que realicen de
planificación, promoción y ejecución de los planes, programas y proyectos de
desarrollo de la Región Guayana.
- Promover, fortalecer y
coordinar la organización, programación, desarrollo y funcionamiento de los
servicios públicos requeridos para el desarrollo integral de la Zona, así como
cooperar con los gobiernos de los estados comprendidos en la Zona y con las
distintas Municipalidades existentes en la misma, a fin de lograr una mejor
integración de los servicios que prestan.
- Estudiar,
desarrollar, organizar, ejecutar y administrar los programas y proyectos
destinados al aprovechamiento integral y equilibrado de las aguas que se
encuentran en la Zona y en especial, los programas y proyectos referidos al Río
Caroní y su Cuenca y al Río Orinoco, así como sus afluentes de la margen
derecha, respetando las fases del ciclo hidrológico, los criterios de
ordenación del territorio y velando por su recuperación.
- Realizar los trabajos de
exploración, prospección y explotación de las minas o yacimientos indicada en
el artículo 2 de la Ley de Minas, conforme a las concesiones que a tales
efectos le otorgue el Ministerio de Energía y Minas. La Corporación Venezolana
de Guayana tendrá derecho preferente en el otorgamiento de dichas concesiones
en la Zona, así como para mantener las que le hayan sido otorgadas. El
Ministerio de Energía y Minas, previa propuesta de la Corporación, podrá
establecer programas especiales a cargo de la misma.
- Cooperar, por instrucciones del
Ejecutivo Nacional, en aquellos cometidos públicos relacionados con su objetivo
principal, que podrán tener por objeto la ejecución de actividades fuera de la
jurisdicción territorial de la Corporación.
- Promover el
desarrollo y ejecución de programas dirigidos a la protección y conservación de
los recursos naturales presentes en la Zona. Para el cumplimiento de los
objetivos establecidos en este artículo, la Corporación mantendrá y estimulará
las relaciones institucionales y de coordinación con los Ministerios del
Ambiente y de los Recursos Naturales, de Infraestructura, de Energía y Minas y
cualesquiera otros organismos públicos que concurran por razón de sus
competencias en las diversas áreas de su ámbito de acción.
Fuentes:
https://cotejo.info › Venezuela 2020